| Por Anthony Bebbington, Javier Escobal, Isidro Soloaga, y Andrés Tomaselli | Publicado por Rimisp, Universidad Iberoamericana, Centro de Estudios Espinosa Yglesias |

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Este libro es un aporte a la discusión de las desigualdades territoriales. Tomando los casos de Chile, México y Perú se presenta nueva evidencia sobre los patrones de desarrollo de nuestras sociedades, a un nivel de desagregación espacial no disponible previamente. Los autores estudian tanto los resultados de estas dinámicas diferenciadas de desarrollo en términos de pobreza y vulnerabilidad, como las oportunidades que nuestros niños y jóvenes enfrentan al momento de definir su acceso a educación, servicios básicos o bienes necesarios para su crecimiento personal. Se analiza además cómo el territorio, en comparación con las circunstancias personales, constituye en un factor clave detrás del acceso diferenciado a las oportunidades. Se muestra también, que en estos países no estamos experimentando un proceso de convergencia territorial, que nos permita pensar que en un horizonte temporal razonable podamos aspirar a niveles civilizados de cohesión territorial. Por el contrario, en los tres países estudiados tenemos una creciente segregación territorial, donde las aspiraciones personales se hallan cada vez más limitadas por el espacio donde uno se desenvuelve.Si a esta segregación territorial agregamos la debilidad de las instituciones de gobernanza de muchos de nuestros países latinoamericanos, es fácil darnos cuenta que estamos ante una mezcla explosiva.

Pero esta condición de creciente desigualdad territorial se puede cambiar y las tendencias se pueden revertir. El libro analiza territorios de los tres países, que, pese a hallarse en entornos regionales desfavorables, han logrado salir de su condición de trampas espaciales de pobreza, lo que se ha traducido en una mejor calidad de vida de sus habitantes. Tomando como casos de estudio a estos territorios y comparándolos con otros que bajo el mismo entorno no han logrado salir de su rezago, se entrega nueva evidencia cualitativa sobre los factores sociales y político-institucionales, que mantienen a unos en el atraso, o que han sido claves para que otros inicien una senda positiva de desarrollo.